"Blitzkrieg"
La ofensiva
Polonia 1939
A las 04:43 del 1 de Septiembre de 1939 tres bombarderos en picado Junkers Ju 87 B-1 del III/StG 1 que estaban sobrevolando el río Vístula a gran altura adoptaron una formación escalonada en obediencia a la señal manual de su líder, el Oberleutnant Bruno Dilley.
Su objetivo, el puente de Dischau, se encontraba a unos 3.500 metros por debajo de ellos, medio escondido por la neblina matinal mientras cada piloto completaba a toda prisa sus vitales preparativos antes de iniciar el vertiginoso picado.
Primero había que fijar el control de revoluciones por minuto en 2.250 y luego había que colocar el control de potencia motriz en “automático”; después había que armar la Lärmgerät (sirena aulladora), reducir la presión a 0,8 Ata, cerrar las aletas del radiador, desplegar los frenos de picado y, finalmente, abrir la pequeña ventanilla de ventilación.
Dilley ya había iniciado el descenso, la angulosa parte inferior de su fuselaje azul adornada con enormes cruces negras reluciendo bajo el sol naciente, desapareció enseguida.
Los otros pilotos ejecutaron un medio giro e inclinaron sus alerones para iniciar un picado casi vertical mientras sus ojos iban y venían de las líneas rojas pintadas en el parabrisas, que servían para comprobar el ángulo de picado, al puente que iba aumentando rápidamente de tamaño detrás del palpitante arco de la hélice.
Cada Stuka, en una posición todavía casi vertical, soltó sus bombas a 900 metros de altura y salió del picado, con su tripulante incrustado en su asiento por la fuerza de aceleración de más de 5 gs mientras el horizonte se descolgaba del techo de la cabina para quedar suspendido sobre las miras.
El ataque de Dilley tuvo lugar once minutos antes de que el grueso de la Wehrmacht, con unos efectivos consistentes en once divisiones Panzer y 40 divisiones de infantería, se desparramara por las llanuras polacas bajo la cobertura de las cortinas de humos y la niebla matinal, trayendo consigo un nuevo termino, “Blitzkrieg” (Guerra Relámpago) y sumiendo al mundo en un caos que duraría seis años.
Comentarios
Publicar un comentario